Ángel me pidió como alumna del Máster de Abogacía que finaliza el periodo de prácticas en su despacho, redactara una entrada del blog describiendo mis sensaciones y dando una valoración general de estos cuatro meses.
Todo empezó mucho antes de Septiembre, tenía muy clara mi elección, un despacho multidisciplinar y dentro de estas opciones, uno individual, para poder experimentar de primera mano el día a día de un letrado y la rutina que espero sea la de mi futuro.
Cuando me senté en frente de todas las opciones, vi algo en el despacho de Ángel y Alicia que me llamó la atención, quizás fue la descripción detallada, la localización o incluso el nombre. Sin duda, cuando lo busqué en Google Maps, me convenció definitivamente: un despacho situado en una planta baja, con una imagen cercana y de confianza.
Pues bien, hacer las prácticas en el despacho Reina Abogados ha sido un auténtico regalo, tanto académico como personal. Ha superado con creces las expectativas, ha cambiado la idea que yo podía tener antes de probar la realidad y el día a día de un abogado.
He podido conocer la mayoría de los detalles de esta profesión: el trato con los clientes, con los compañeros letrados y su señoría, las urgencias de los plazos, pero sobre todo, la enorme diligencia y el respeto que se debe mantener para con este oficio.
Ángel me ha ayudado mucho a aumentar el amor hacia el ejercicio profesional y sobre todo ha sido capaz de bajarme a la realidad más pura del día a día de un abogado, con las circunstancias positivas y negativas. Ha compartido conmigo mil reflexiones jurídicas y académicas, hasta su estilo personal de redacción de documentos.
El trabajo en el despacho ha sido abundante y sobre todo, dinámico. Ha habido un trato directo con la gente, se nos han planteado problemas jurídicos muy atractivos y además, variados, que han recorrido prácticamente todas las ramas del Derecho. Como becaria he podido participar en todos los casos que he querido, con un gran afán por parte de ambos anfitriones de que me involucrara en ellos y tuviera un peso importante en los mismos. Esto ha provocado en mí una sensación de realización y de compromiso con el despacho y con los casos, que creo que se parece mucho a la que tendré en el futuro.
Además, he tenido la suerte de compartir mi periodo de prácticas con un compañero estudiante del grado, su presencia ha sido muy enriquecedora, avivando los debates jurídicos y poniendo sobre la mesa la pasión absoluta por el derecho.
En definitiva, me llevo la mochila llena de enseñanzas, he aprendido muchísimas cosas que no sabía o no había practicado y he trabajado cada día como una abogada. Creo que este último es el logro que se intenta conseguir en estos cuatro meses de prácticas, gracias a Ángel y a Alicia lo hemos superado con creces.
En lo personal, la pareja que lleva adelante este despacho es la mejor posible. Se compenetran a la perfección, teniendo muy clara la división de tareas y prestándoles la atención pertinente a cada una de ellas. Son dos trabajadores incansables y dos anfitriones inmejorables, cualquiera que tenga la suerte de hacer las prácticas en Reina Abogados lo descubrirá.
PD: El señor letrado sigue teniendo dudas sobre mi voluntad laboral en el futuro… lo que él no sabe es que ha reforzado enormemente mis ganas de convertirme en una buena abogada, que no olvidará nunca el gran maestro que tuvo. Gracias.
PD. Cuando os marchais del despacho a buscar vuestro rumbo, dejais un gran vacío; sé que no se os puede retener, pues las prácticas valen para que continueis la senda.
Por ello uno de los objetivos de las prácticas es transmitir experiencia, una de las mayores satisfacciones es que encontreis un futuro laboral como abogados una ilusión que me guardo es poder teneros en algún momento de abogados contrarios, pues se que si aplicais la mitad de mis consejos, tendré a mi mejor colega en frente.
